Dolor

21.03.2015 02:04
¿Morir de amor? Dolor.
 
¿Dolor? Sentir que te clavan una estaca en el pecho, que has sido pateada por un millón de personas, que te han apuñalado una y otra vez por la espalda. Sentir una opresión sumida al respirar, tener ganas de morirte, odiarte a ti misma cada día, querer volver a dormir apenas despiertas, perder el sentido de la existencia, que todo se vuelva monotonía, detestar las cosas que antes te apasionaban, no tolerar ni un solo centímetro de tu cuerpo, querer arrancarte la piel a penas ves tú reflejo en algún rincón, no tolerar a las personas que te rodean, sentirte miserable a cada paso que das, mutilar tu cuerpo, dañarte con sustancias toxicas, buscar el riesgo constantemente.
 
Has dejado de escribir a pesar de que antes era tu medio de desahogo, has dejado de leer las historias que antes te transportaban a otro mundo, has dejado las novelas y los romances, todo parece tan complicado, ya no te identificas con ninguna historia, ningún párrafo parece lo suficientemente bueno como para interesarte, no te ilusionas pensando que quieres un romance igual, al contrario las has llegado a odiar y piensas que eso no pasa en la vida real. 
 
Incluso has dejado de escuchar tus canciones favoritas, ya no ves los programas que antes te gustaban, te molesta estar rodeada de personas; personas estúpidas que no te comprenden y que no te interesan, que te ves obligada a tolerar por el simple hecho de que están destinadas a compartir un mismo espacio, pero ahora parecen tan mediocres, parece que disfrutan quejarse de cosas tan banales, odias que no sepan lo que es el sufrimiento, el verdadero dolor, y aun así creen que son miserables.
 
Quieres dormir y hacerlo para siempre, te quieres morir pero parece que la muerte no resolvería nada, además ni siquiera eres lo suficientemente valiente como para llegar a pensarlo literalmente. Así que simplemente respiras. Existes, estas aquí para ver pasar cada día; despiertas cada mañana deseando que sea de noche para poder dormir.
 
Tus amigos ya no te consuelan, ni siquiera deseas verlos, porque no quieres molestarlos, porque no les interesa lo que estas pensando, no les interesa lo que estas sintiendo, no les interesas porque ellos tienen sus propios problemas, porque ellos no comprenden.
 
Quieres gritar pero callas; callas porque nadie te quiere escuchar, callas porque nadie te pregunta que es lo que quieres decir. Callas porque nadie va realmente a entender.
 
Quieres esperar, crees que el tiempo lo va a curar todo, pero en realidad, al pasar el tiempo notas que duele aun más, que si antes extrañabas los recuerdos ahora queman pues comprendes que no van a volver.
 
Nada nunca va a ser como antes, nadie nunca te va a querer, nunca vas a querer a nadie, no como a él, porque incluso sus defectos los amabas, no te importaba su impuntualidad, su indecisión, su falta de compromiso, amabas su timidez y la forma en que se conducía por la vida tan despreocupado.
 
Te dolía su manera de auto destruirse, odiabas observar en silencio como podría morir de inanición sin intentar hacer nada para salvarse, te dolía que se mutilara por dentro sin importarle, que se intoxicara de alcohol hasta perder la conciencia. Odiabas verlo atorado en el pasado sin poder salir de ahí. Llorabas en silencio por su sufrimiento que era tu sufrimiento.
 
Pero a pesar de todo el era perfecto, porque cada centímetro de él te complementaba de forma inimaginable, sus ojos tan sinceros, tan obscuros, tan profundos, te podías perder en esa mirada tan inocente y tan llena de experiencia, tan bondadosa y al mismo tiempo tan maliciosa que podía hacer que te derritieras apenas te reflejabas a través de esos ojos tan melancólicos.
 
Su paciencia tan única, su manera tan reservada y prudente de comportarse frente a situaciones amenazantes o turbias. Amabas sus silencios llenos de misterios y sus horas de plática donde tú eras su única confidente y él un libro abierto dispuesto a mostrarte todos sus secretos.
 
Amabas como te hacía sentir cada vez que te hablaba, cada vez que se dirigía a ti como si fueras la persona más especial, más bonita y más perfecta de este planeta, como si en realidad fueras indispensable, como si en realidad interesaras. Te respetaba como ningún otro lo había hecho antes. Te cuidaba como nadie. Te trataba como si fueras la doncella más sagrada del planeta.
 
Te hacía sentir segura cuando estabas a su lado. Creías que él te defendería de cualquier peligro. Nada malo podía pasar si estabas con él.
 
Sabes que nunca vas a olvidar el momento en el que te dio el primer beso, tan efímero, tan fugaz, tan tierno, tan dulce, tan lleno de amor, tan perfecto, tan añorado. Nunca vas a olvidar cuando te tomo de la mano por primera vez y te hizo sentir un escalofrió recorrer tu espina dorsal. Comenzando desde la punta de la cabeza y terminando como un hormigueo hasta los pies.
 
Nunca vas a olvidar ese único abrazo que hubieras deseado que fuera eterno, tan torpe, tan lleno de errores, tan lleno de nervios, con olor a tabaco recién inhalado, con la añoranza de volverte aire y ser tan ligera que  pudieras filtrarte en su piel.
 
No vas a olvidar la timidez, la tensión y los nervios, aquel dolor en el estomago que te hacía sentir cada vez que pensabas hablarle, pero era algo tan único, era un dolor tan especial que te impulsaba a seguir adelante, a querer mas, no sabías que iba a pasar, era como estar al borde de un precipicio, pero aun así querer asomarte al fondo aunque sabias que podías caer, podía doler, era desconocido, era nuevo, era único, pero sabias que valía la pena.
 
Vas a desear no haber sido tan torpe, no haber sido tan tímida, no haber sido tan inocente, no haber sido tan testaruda, vas a desear haber cambiado muchas cosas, haber vivido muchas cosas, haber estado dispuesta a eliminar las barreras y los muros desde antes. Vas a reprocharte no haber cambiado tu actitud o haber sido más arriesgada, vas a desear haberle dicho muchas cosas.
 
Vas a querer haberlo hecho sentir especial; si tan solo hubieras sido más valiente y lo hubieras besado, si tan solo no hubieras tenido miedo y lo hubieras abrazado cuando lo necesito, si tan solo no hubieras dicho aquello que lo hirió.
 
No va a volver, lo sabes, no es justo que lo haga, no podría, no debería, no quiere. 
 
Lo lastimaste, te equivocaste, pediste perdón, te entregaste, te lastimo.
 
Te has aferrado, repasas en tu cabeza cada momento, cada situación, cada error y cada acierto, te preguntas que está bien y que está mal. Si deberías quedarte o si deberías irte.
 
Han pasado los años, ya no es romántico, ya no te busca, ya no es atento, ya no le preocupas, ya no le dueles, ya no te trata de esa forma tan especial que te hacía temblar. 
 
Quieres alejarte pero su ausencia de destruye y su simple presencia aun siendo apenas una sombra de lo que fue antes te devuelve a la vida. Ya no te toma de la mano, ya no te envía mensajes especiales, no intenta abrazarte, ya no te mira a los ojos, ya no te cuenta sus secretos. Y los que descubres no son lo que tú esperabas.
 
Ya no es caballeroso, no es atento, no te necesita, no lo complementas, ya no intenta complacer tus caprichos ni le interesa como te sientes.
 
Hace meses que esperas recibir un beso, hace meses que lo has pedido, hace meses que te lo ha negado, hace meses que te ha hecho sentir el infierno. Hace meses que cambio la felicidad por amargura. Hace meses que vives aferrada a una esperanza.
 
Hace tiempo que duele, hace tiempo que recaes.
 
Te has dado cuenta que agonizas pero no con la misma intensidad, hay días que crees que puedes salir adelante, te propones no buscarlo y te repites una y otra vez que tal vez no dejara de doler nunca, pero al menos ya no te sientes muerta en vida. Crees que puedes encontrar una salida.
 
Pasan semanas, pasan incluso meses y tú crees que has mejorado pero él siempre regresa y cuando no lo hace tu regresas a él. Buscan la forma de seguir a pesar de que ya no hay confianza. Ambos se temen, ambos se reprochan, ambos se duelen. Se han lastimado, se han distanciado, se han perdido uno del otro y aun así se niegan a olvidarse, se niegan a borrarse de sus vidas.
 
Han encontrado que la autodestrucción y la atracción por lo incorrecto los une. Aun lo amas. A pesar de que ahora solo te busca cuando no se quiere destruir solo. Cuando necesita que alguien lo apoye haciendo cosas que los podrían matar a ambos. 
 
No es amor, es la necesidad de comprensión, lo conoces y no lo has juzgado, eso es lo que le mantiene unido a ti. Sabe que te destruyes solo por él, sabe que has probado cosas que nunca hubieras hecho si no hubiera sido por que el te lo pidió.
 
Sabe que lo haces por mantenerle a tu lado. Pero no le importa. Porque ya no te cuida, porque ya no se preocupa por tu bienestar.
 
Te ha lastimado, ya no lo puedes leer, no sabes que pasa por su mente, es un constante dolor.
 
Sabes que hoy esta a tu lado y no sabes si será la última vez, notas que te necesita, pero notas también lo mucho que te odia. Lo mucho que lucha por alejarse de ti. 
 
Tú luchas por alejarte de él, pero sabes que nunca lo vas a lograr si eres tú quien tiene que tomar la iniciativa, porque él es quien te mata, quien te puede hacer sentir la peor basura del universo o quien te devuelve a la vida y te hace querer soñar. 
 
Te mantienes en una cuerda floja. Un día estas bien y un día de puede hacer querer morir.
 
¿Dolor? Dolor es mantenerte aferrada a un recuerdo, a la sombra de una persona que ya no existe. Dolor es amar a la nueva persona que has conocido, a pesar de que ahora te lastima. Dolor es saber que no puedes seguir sin él. 
 
Dolor es no poder regresar el tiempo. Agonía es regresar a aquel último beso que te dio, aquel último abrazo, aquel último te amo. 
Dolor, repetir en tu mente una y otra vez aquellas palabras que lo cambiaron todo, aquellas palabras que los alejaron, aquellas palabras que te mutilaron, aquellas palabras que cambiaron el curso de lo que vivían y te dejaron esperando eternamente.
 
¿Dolor? Dolor es que una persona te pueda hacer desear querer morir y al mismo tiempo te haga desear querer vivir. Que una misma persona te haga sentir arder la piel en carne viva, que de un momento a otro ponga tu vida al revés, que te haga querer esperar y que al mismo tiempo te haga querer huir.

—————

Volver