Las destrezas del lenguaje basadas en el vocabulario son un aspecto de la inteligencia que tienden a mejorar con la edad. Algunos otros aspectos, en especial los que requieren que realices cálculos rápidos o filtrar detalles extraños, tienden a declinar. Pero ambos tipos se pueden mejorar o mantener con la practica… por ejemplo, mediante resolver rompecabezas de palabras y de números.
Las personas de mi foto, son mi banda favorita en todo el universo…
-Blog, mi banda favorita. Banda favorita, mi blog.
Conocí su música cuando tenía algunos 13 años. Durante la secundaria. Y la semana pasada, a menos de dos meses de mi cumpleaños 19, decidieron que era oportuno separarse.
La sensación que tuve cuando los escuche por primera vez, es difícil de describir… Sentí una pequeña corriente de adrenalina recorrer mi espina dorsal, deteniéndose justo a la mitad de mi espalda y llevando esa energía a cada pequeño rincón de mí cuerpo. Se me acelero el corazón y supe (aun sin saberlo) que ellos serían… mi todo.
Casi 6 años después de ese instante, y aun asiéndome sentir de la misma forma que el primer día; decidieron irse.
Cuando el fanatismo comenzó a salirse de mis manos me asuste. Me asustaba el hecho de haberlos llevado más allá de un gusto por su música, ellos se reflejaban en mí.
Claro que no lo note, sino hasta muchos años después que ellos me habían salvado. Y que no se malinterprete, no me refiero a un modo literal. –no es como que hubiera estado a punto de arrojarme a un vacío y ellos me hayan detenido las manos y el cuerpo para evitar que me arrojara- sino más bien, digo que me salvaron de mi misma. Cuando veo a mi alrededor y analizo como soy, y como es el mundo en el que me desenvuelvo, me pregunto cuan infeliz pude haber sido si jamás se hubieran cruzado en mi camino.
Cientos de veces me plantee la idea de una ruptura, y nunca, ninguna de ellas, se asemeja siquiera un poco a como me tome la noticia. Me veía llorando, me veía sintiéndome sola sin ellos, me veía perdida, me veía devastada, me veía desesperada, me veía mal, mal, mal… Sin embargo, incluso asombrándome a mi misma mi comportamiento, me lo tome de una manera bastante neutral. Me tome unos instantes para asimilarlo, mire un punto fijo por unos segundos y sonreí.
Y comprendí.
Y agradecí.
Agradecí que no hubiera pasado antes porque entonces me hubiera sabido perdida.
Agradecí que fuera justo ahora, después de haberme acompañado en los momentos que debían haberlo hecho. Cuando creía que era una pobre adolescente que nadie entendía. Cuando sentía que mis amigas no me querían. Cuando me preocupaba bastante por mi cuerpo. Cuando mi hermana se volvió demasiado chica para entenderme, mi madre demasiado grande y mis amigas estaban lo suficientemente alejadas. Cuando me arrancaron del lugar donde quería estar. Cuando le rogué para que se quedara con nosotras y la prefirió a ella. Cuando sentía que mi padre no me quería. Cuando sentí que mis tíos y mis abuelos no me querían. Cuando sentía que era mi culpa que nunca hubiera nacido. Cuando supe que mis tíos en realidad no me querían. Cuando me sentía reemplazada por una bebé 17 años más chica que yo. Cuando en la escuela se burlaban de mi. Cuando me decían cualquier mierda que les cruzara por la mente. Cuando me dejaban esos mensajes en la mochila. Cuando no podía irme caminando a mi casa incluso viviendo a ocho cuadras del instituto por miedo a encontrármelas a ellas. Cuando incluso los maestros se volvieron parte de todo. Cuando quería salir pero era lo suficientemente estúpida para no saber ir sola, y mi madre estaba demasiado cansada para llevarme y mi papá ni siquiera estaba ahí. Cuando quería dormir pero debía trabajar. Cuando las buscaba pero ellas no estaban. Cuando las extrañaba pero ellas habían encontrado nuevos amigos. Cuando me mudaba de casa. Cuando me di cuenta que el dolor se va con un poco de alcohol, tabaco, música y las personas indicadas. Cuando dure dos horas esperando, rogando porque no fuera un tumor maligno. Cuando toque el quirófano. Cuando estuve dos semanas postrada en la cama y quienes consideraba mis amigas ni siquiera se hicieron presenten en una excusa (excepto ella). Cuando no me buscaban ni siquiera para mis cumpleaños. Cuando me sentía enojada. Cuando me sentía triste. Cuando me sentía sola. Cuando estaba asustada. Cuando el mundo era una mierda. Cuando nadie estuvo para mi. Cuando todos me dejaron sola. Cuando todos arrastraban con sus problemas. Cuando entre la universidad. Cuando ya no me sentía tan perdida. Cuando las cosas se fueron aclarando. Cuando me aleje de lo que me estaba intoxicando. Cuando veía el futuro más cerca de lo que parecía. Cuando encontré nuevas amigas. Cuando las que tenía regresaron. Cuando forjaba mi propia personalidad. Cuando me encontré a mi misma. Cuando comencé a crecer. Cuando comencé a aprender cosas nuevas. Cuando lo que dolía dejo de doler. Cuando se comenzaron a abrir más caminos y más opciones.
Se van en el momento indicado. Cuando mi adolescencia está terminando. Y después de haber estado para mí en cualquier momento de mi vida. Lo mejor es que no me dejan sola. Me dejan sus canciones, sus discos, sus videos, sus letras y todos los recuerdos que me ayudaran si los vuelvo a necesitar. Me enseñaron más de lo que esperaba y se convirtieron en algo más de lo que imagine alguna vez.
Gracias por sus doce años de música. Por sus giras. Sus consejos y esos seis años a mi lado. Esto no es un adiós. Porque su compañía permanecerá para siempre conmigo.
Gracias por ser más que una banda. Una forma de vida.
Además tenemos pendiente vernos algún día en vivo.
¿La canción con la que inicio mi historia? 3er disco, pista 11.
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